jueves, 4 de junio de 2015

P***ASU MARE


Es una realidad que el cine nacional tuvo un gran hito con la película “Asu Mare”, para algunos aclamara como el cine que tanto se esperó y para otros, odiada por sus bases de blockbuster. Considerándome conservador y exquisito en cuanto al séptimo arte, debo admitir que este filme no tiene más aporte que sus más de 3 millones de espectadores. Sin embargo esta cifra es histórica para nuestras producciones y marca el inicio a una industria que está creciendo en el vientre de una nación.


La realidad del cine local, a partir de “Asu Mare”, es que se formó la creencia del cine fácil, del “subcine” en palabras de Bedoya. Es un hecho que cuantitativamente nuestro intento de industria ha pasado de 7 producciones por año en el 2011/2012 a 14 producciones en el 2014/1015, con buenos aportes comerciales, como los logrados con Tondero.


Es así que en este 2015 hubieron un par de producciones que me llamaron mucho la atención, “El pequeño seductor” y “Macho peruano que se respeta”. Claramente no puedo opinar al detalle por ninguna porque no las he visto, sin embargo el tráiler de ambas producciones fueron suficiente para entender por donde iba la cosa, ciertamente decepcionante en solo 2 minutos de las películas. Lo complicado de esta tendencia es que ahora cualquier película puede llegar a cartelera, fundamentando el apoyo al producto nacional; aquí surge la pregunta ¿Hasta qué punto es aceptable tener cualquier filme (producto) en la pantalla grande? Se sabe que la industria tiene productos buenos y malos, pero ¿Hasta qué punto?.


Recibimos también este año, el filme nacional de terror “La entidad”, que en realidad resultó una película a lo “Indiana Jones”, totalmente aventura. A pesar de tener una animación sobresaliente para el mercado local, la forma no es suficiente para tapar lo malo del fondo. El gran problema de las producciones locales, en su mayoría, es el guión, un trabajo muy aligerado recae en filmes con poca proyección internacional.


Para cerrar, es gratificante saber que una sola persona puede nadar contra la corriente, incluso fuera de su país y le duela a quien le duela una directora. Claudia Llosa estrena su reciente filme “Aloft”, con un nivel de producción digno de Hollywood y con estrellas de la industria poniéndole cara a los personajes. “No llores, corre” en su traducción al español, claramente quiere llegar a ser parte de los festivales internacionales más importantes e incluso repetir una nominación a los premios Oscar. Esperemos que Claudia Llosa siga maravillándonos por su búsqueda insaciable de los secretos del misticismo y la cosmovisión de culturas milenarias.


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