Aunque
no me considero cinéfilo y tampoco sigo fielmente a directores puntuales, David
Fincher imprime en sus filmes una buena porción de identidad y postura. La
primera película de Fincher que llegó a mi, fue ``El club de la pelea´´; en
este filme más allá de su historia de demencia y crítica al sistema social, su
aporte visual es realmente importante. La paleta de color envuelta por verdes
(diciendo todo el tiempo ``algo aquí se está pudriendo´´) y su presente uso de
sombras concentradas más la textura áspera de los rostros y ambientes, nos envuelve
en su atmósfera cargada de una experiencia estética única, que concluye en
``nada es real, solo estás tirado en una calle húmeda de cara al suelo al medio
de la noche´´.
Sucede
que viendo perdida ``Perdida´´ sentía que Fincher ya no era más el impactante
narrador que te pone las cosas súper duras en cuanto a lo visual y aunque he
resuelto parte de mi incógnita, aún no me queda claro.
Si
bien es cierto, ``Perdida´´ tiene el elemento clave de la temática de Fincher,
un desorden mental/psiquiátrico que desencadena una serie de eventos dramáticos
que afectan la tranquilidad del sistema clásico estadounidense en un sector de
clase media. Todo bien hasta allí, incluyendo el inocente y hasta tonto papel
que le tocó jugar a Ben Affleck. Mi búsqueda era la impresión visual que este
director siempre incluye en sus obras, incluso circulé en la idea que este era
una película netamente comercial (como punto negativo); pero sin darme cuenta,
Fincher estaba tejiendo una telaraña visual que sutilmente iba llegando a sus
ya conocidos verdes con zonas oscuras muy marcadas y la textura áspera que
incomoda. Sin embargo, muy aparte de que la película me gustó e incluso asustó,
no me llenó de la atmósfera que Fincher imprimió en esta película, tal vez sea
un nuevo hito en su carrera, agradecería que no fuera así, su uso del
teal/orange no es muy digerible aún para mi, eso es cosa de Michael Bay.
Con
respecto al lenguaje audiovisual en cuanto a planos, es claramente que mantiene
su lineamiento donde la cámara es la cámara, o sea no tiene vida, solo es una
ventana que muestra acciones. En adición, sus planos como composición de la
imagen siempre son impecables y precisos, no usa más de lo que debería, punto
por el cual me animé a ver Gone Girl. La consideración a Ben Afleck como
protagonista no me convenció en nada, por no me queda claro, si el Fincher de
ahora busca ser un Blockbuster.
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